En algún momento, pensamos que nada cambiará ni desviará el camino que tenemos preconcebido de la vida, moldeado por nuestras expectativas. Pero cuando terminamos por aferrarnos y convencernos de esa idea, justo entonces ocurrirá algo que trastocará la mundana realidad que dábamos por sentada, transformándonos en el proceso. Y a veces, de un modo radical e irreversible, como le sucedió a Alivel Virwild. Sumergiéndola en un mundo en el que los límites de la fantasía, la leyenda y la realidad se desvanecían como la bruma de los bosques, poblados de aquellas criaturas en las que casi nadie creía. O eso pensaba ella.