❝¿cómo estás? no sé por que pero pensé en los dos❞
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Se dice que cada persona tiene dos grandes amores en la vida. Un gran amor y el amor correcto. En la vida de Allison, los dos han sido siempre uno solo.
La persona que conoció a los diez años en su patio trasero, el mismo que vio caer su helado y no dudó en ofrecerle el suyo, aunque hiciera más de treinta grados afuera ese verano. Con el que descubrió el amor adolescente, su primer beso, su primer todo. El que le enseñó las cosas más dulces del amor y la parte más amarga del dolor.
Porque fue él quien le mostró que cuando dejas entrar a alguien, también le das el poder de destruirte. Y la suya fue la más lenta de las destrucciones sin explicación alguna.
Luka sabe que su inmadurez destruyó a la única persona que alguna vez amó, y no ha pasado un día en el que no se arrepienta de dejar a su Lizzie en lugar de llevársela con el. Tal vez en el fondo temía que si se lo proponía ella tuviera la opción de decir que no.
Aunque los años pasaron y Allison enterró todo lo que tuviera que ver con él en los más profundos rincones de su corazón, las preguntas de lo inconcluso todavía penden en el aire.
¿Cómo estás, Lizzie? ¿Sigues viviendo en el 506?
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—¿Por qué me estás llamando?
Supongo que tenía que esperar la apatía de su voz, pero de igual manera me atraviesa el corazón como puñales mientras mi cabeza me recuerda que yo solo me gané esa reacción.
—¿Luka? —vuelve a preguntar, a mi corazón se le escapa un latido al escuchar mi nombre de su boca— . ¿Que quieres? ¿No has hecho demasiado ya?
Suspiro— . Tienes razón. No sé por qué lo hice, supongo que me estaba muriendo por escuchar tu voz de nuevo, pero estoy siendo egoísta.
Se le atasca la respiración y por mucho que aleje el teléfono de su rostro, lo escucho. Escucho el dolor con claridad en el altavoz haciendo que me arrepienta de haberla llamado.
—No hagas esta mierda. Deja de intentar de meterte de nuevo a mi vida cuando ya arregle todo el desastre que causaste a tu salida. Deja de llamarme, por favor. Me debes al menos eso.
