diez

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'¿cómo pude permitir
que me ganara el orgullo?
¿cómo pude dejarte ir sin
decirte que soy tuyo?'

diez
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❝aire al respirar❞

madrid, españa

luka

Descubrí demasiado rápido que Madrid sin Allison no iba a ser como lo tenía planeado

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Descubrí demasiado rápido que Madrid sin Allison no iba a ser como lo tenía planeado.

Me costó mucho buscar mi lugar y tratar de encajar en el mientras a la par sufría la pérdida de la persona más importante de mi vida cuando ni siquiera me permitía estar dolido porque al fin y al cabo, todo era mi culpa.

Y claro, la culpa me consumía cada vez que pensaba en ella. Me mataba por dentro saber que no podía hacer nada para aliviar todo el dolor que yo mismo había causado.

La pasé fatal.

La primera semana llegué a cuestionarme en qué momento Pablo y el staff del equipo iban a enviarme de regreso a Eslovenia por no poder estar al nivel que necesitaban. Mi apartamento no se sentía como casa, mi cama demasiado vacía sin el cabello rubio de Allison regado en mi almohada y la sensación aplastante en mi pecho que me recordaba en cada minuto del día que la necesitaba pero que ya no la podía tener.

Me despertaba, iba a entrenar, comía, entrenaba más y dormía. No salí de esa rutina durante los primeros tres meses. Todos mis compañeros se daban cuenta de que me estaba pasando algo pero nadie se atrevía a preguntar, no fue hasta que me empezaron a echar en la banca que Pablo me llamó a su oficina.

—¿Qué pasa?

Me sorprendió que eso fuera lo que preguntara, estaba esperando un discurso mucho más fuerte, tal vez un poco más enojado. Claro que su cara de decepción me golpeó en lo más profundo, después de todo él fue quien hizo todo lo posible para que yo llegara al equipo y estaba lejos de dar la talla a sus expectativas.

—Pablo, yo...

—No te estoy reclamando. —me interrumpió— . Claramente estás pasando por algo, yo me doy cuenta, tus compañeros se dan cuenta, por eso no hemos dicho nada. Pero está interfiriendo con lo que pasa allá afuera. —apuntó la cancha— . Honestamente, Juan y yo estamos bastante preocupados.

—¿Nos quieres contar? —preguntó Juan.

Fue como si la bomba de tiempo por fin hubiera explotado, no pude hacer más que echarme a llorar como niño pequeño.

Pablo y Juan se sentaron cada uno a mi costado mientras les conté con detalle todo sobre Allison. No fue fácil hablar de ella después de tanto tiempo intentando aplastar mis sentimientos, pero al final me sentí un poco más libre. Empecé a entender que para que las cosas mejoren primero tenía que sufrirla.

—¿Quién te dijo que los chicos no tienen parejas significativas a la par de sus carreras? —preguntó Pablo, confundido— . La mayoría de tus compañeros están casados. Claro que las cosas son difíciles pero cuando quieres a alguien lo haces funcionar.

—Las cosas ya están hechas, Pablo.

—Quizás quieras deshacerlas antes de que sea tarde. —me dijo, abriéndome la mente a una posibilidad que no me había permitido pensar.

—Luka, yo se que las cosas son confusas a tu edad. —Juan intervino— . Entiendo lo duro que debe ser para ti todo este cambio, créeme que lo entendemos. Las cosas van a mejorar, tienes que recordar que el dolor no dura para siempre.

Pero lo parecía.

Esa charla me ayudó mucho. Empecé por simplemente decidir que no iba a dejar que nada interfiera con mi rendimiento en la duela. Si le rompí el corazón a Allison al menos tenía que hacer que valga la pena todo lo que nos hice. Sabía en el fondo que si arruinaba mi oportunidad en el Real Madrid, también la estaba decepcionando a ella.

Toda esa semana pensé en lo que me había dicho Pablo, una vez que las cosas empezaron a mejorar en la cancha empecé a creer que tal vez no todo estaba tan perdido con Allison. Marqué y colgué el número de su casa cien veces hasta que junté la valentía para dejar que timbrara.

Fueron los minutos más largos de mi vida, por mi cabeza pasaron posibilidades en donde respondía y me decía hasta de que iba a morir o respondía y me decía que me extrañaba tanto como yo o de plano no me respondía para nada. Llamé a la hora que sabía que iba a estar sola en su casa, por eso me saqué de lugar cuando la voz de su madre me respondió.

—¿Luka?

—¿Margot?

—¿Estás buscando a Allie?

Me atraganté. La voz de su madre no era grosera, pero tampoco era la misma voz maternal con la que Margot siempre se dirigía a mi. Tenía toda la razón en su apatía, había dañado muchísimo a su hija y ahí estaba, tratando de aparecer en su vida como si nada hubiera pasado.

—¿Está en casa?

Escuché su suspiro y entonces supe que lo que sea que iba a decir no me iba a gustar para nada.

—No. —respondió, como juntando la fuerza para decir la segunda parte— . Allie está en Estados Unidos, Luka. La semana pasada empezó clases en la universidad de Boston.

Empezó a contarme más cosas pero mi cerebro se perdió en ese par de frases. Recuerdo como sentí que se me derrumbaba el mundo, por primera vez la posibilidad real de que había perdido a Allison para siempre me golpeó en seco. Aunque no lo aceptara en voz alta una gran parte de mi creía que mientras Lizzie estuviera en Eslovenia la puerta nunca iba a estar del todo cerrada para nosotros.

Idiota.

No sé qué me pasaba por cabeza para pensar que Allison iba a quedarse cruzada de brazos esperándome.

Esa fue la última vez que supe de ella hasta que nos volvimos a encontrar cuando me draftearon.

Pero esa es otra historia.

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HOLAAAAA

dios, paso más de UN AÑO desde la última vez que escribí esta fic pero la amo tanto que no me costó nada volver a meterme directo

escuchen la canción porque es un banger de un artista de mi país y la letra es muy allieluka

que lindo volvernos a ver acá, comenten y voten para actualizar!!!🤍

𝟓𝟎𝟔 | 𝐋𝐮𝐤𝐚 𝐃𝐨𝐧𝐜𝐢𝐜Where stories live. Discover now