Un Tacto Deseoso

194 44 7
                                    


En aquel pasillo de paredes blancas y un inmenso silencio con el único sonido del caminar de tres hombres, hacia acto de presencia, ninguno de ellos decía ni una sola palabra a pesar de haber mil y una preguntas, sin respuestas.

El detective tenía un mal presentimiento, algo estaba por llegar y no sería nada bueno,debía estar preparado, no solo por él, sino también por Ran.

Miró a Ryan fijamente estando detrás de él, no conocía a este hombre pero podía percibir en su esencia, que era un sujeto bastante peligroso, pues éste al cabo de unos segundos sin girar su rostro se dio cuenta de que el ojiazul le miraba.

—Te gusta mi espalda,eh—Bromeó Ryan

Shinichi no se esperaba aquellas palabras, sus dos ojos convertidos en dos puntitos parpadeaban ante la insesperada broma.

Finalmente el detective entrecerró los ojos mirando al rubio, no era momento de bromear y al parecer este agente en los momentos más serios, se disponía decir cosas semejantes.

—Soy así en esta clase de momentos chico, lo siento. Pero en esta situación es mejor olvidar la tensión, al menos yo consigo fingir una estúpida sonrisa, pero ella...—Murmuró lo último pero no fue algo que el detective no pudiera escuchar

—Quiero saber que le hicieron a Ran, solo de pensar que me la quitarony le hicieron daño yo...—Gruño aprentando lso puños

—"Kudo"—Pensó el moreno apenado.

—Lo ha pasado muy mal chico... más de lo que crees ¿Sabes lo que no decían cuando nos torturaban?—Esa palabra retumbaba una y otra vez en la cabeza de Shinichi "Tortura". La odiaba más que nunca y no pensaba perdonar a los desgraciados que fueron capaces de tocar a su Ángel—Nos decían que lo hacían para poder olvidar el dolor, para no sentir ninguna clase de emoción, querían convertirnos en sus marionetas, solo Ran y yo, conseguimos salir de allí, gracias a alguien que dio nuestra localización.

El ojiazul escuchaba atentamente las palabras del rubio, quien era ese "alguien", le dolía admitir que no era él, sino otra persona, pero a pesar de ello le debía demasiado por haber salvado a Ran.

—¿Quién es?—Preguntó el detective.

—No puedo decírtelo, no ahora—Respondió Ryan.

— ¡¿Por qué?! ¡ Se supone que me tienes que contar lo que sucede aquí, ahora estoy metido en el trapo y necesito información!—Replicó el ojiazul sin dar su brazo a torcer.

—Muchacho, te sorprendería saber quien sería aquella persona o más bien aquellas personas—Dijo el rubio para sentenciar la conversación con una última frase—Además ya los conoces, cuando dije que no podía decírtelo ahora, era porque solo quería que vieras quien es eran con tus propios ojos—Se giró Ryan riendo entredientes.

El ojiazul no pudo evitar poner una mueca de molestia al igual que su amigo Hattori, este tipo se lo tomaba todo a broma y eso enfadaba enormemente a los detectives aunque estos no lo aparentasen demasiado.

—"Idiota"—Pensaron ambos detectives suspirando resignados

—Debes de estar preparado—Murmuró llamando la atención del ojiazul—Habrá cosas dolorosas que escucharás, si es que ella decide contártelas algún día, ha vivido un infierno y si te cuento esto es porque sé que fuiste alguien importante para Ran.

Shinichi detuvo su caminata por un momento, Ryan supo que esas palabras hicieron efecto en él, eso era lo que quería el rubio, hacer que la rabia apropiase de él para la batalla, esto no era un juego, debía estar preparado emocionalmente y físicamente para cualquier cosa. El ojiazul que ahora Ryan observaba detenidamente le transmitía confianza, podía contar con él.

Sed de Venganza [Editando] (ShinRan) Where stories live. Discover now