Chapitre 19.

922 87 22
                                    

Léa

—Me encanta como tratas a tu hermano —vacilé.

—Se a lo que venía... Y no estaba entre mis planes lo que iba a suceder —suspiró Anto.

—Esta bien —sonreí—. ¿Sabes cuando hay que ir a cenar?

Negó con la cabeza y se encogió de hombros.

—Por cierto... Siento lo de antes, no era mi intención —dijo avergonzado recordando la situación vivida hace pocos minutos.

—No pasa nada, fue simplemente un choque.

Bueno, ¿para qué mentir? Los dos sabemos perfectamente que no fue un simple choque.

—Ya... —suspiró Anto y nos quedamos algunos segundos en silencio.

—¿Quieres conocer a algunos del equipo?

—Claro —sonreí y nos dirigimos al vestíbulo.

—Oye —llamó mi atención Griezmann—. Si quieres puedo dormir en el sofá por si...

—No te preocupes —le interrumpí —. Confío lo suficientemente en ti.

Antoine sonrió tiernamente, haciéndome sonreír a mi también. Definitivamente la sonrisa de Antoine es la más linda que he visto, además de ser muy sincera.

Ya habíamos llegado al vestíbulo. Allí estaban Kevin, Lucas y tres chicos más conversando animadamente.

—Chicos —llamó la atención Antoine—, ella es Léa.

—Hola de nuevo —dijeron Lucas y Kevin.

—Hola chicos.

—Yo soy Patrice, Patrice Evra —dijo dándome dos besos.

—Yo Samuel Umtiti —dijo dándome dos besos, al igual que su compañero—, llámame Samuel.

—Encantada —les sonreí y dirigí la vista a un chico moreno y bajito que aun no se había presentado.

—¡Ay querida! Yo soy Paulat, ¿te acuerdas de mi? Quedamos esta noche —dijo poniendo voz femenina.

—¡Paulat! —reí—, encantada de conocerte. Esta noche quedamos en la sala de juegos, ¿si?

—Pues claro mi niña —sonrió—, ya verás que soy super amable y divertida.

Juntó mi brazo con el suyo y fuimos a dar una vuelta por todo el vestíbulo.

—¡Ay! ¿Tu conoces a Payet? —dijo mientras se peinaba.

—No, aún no lo he conocido, pero seguro es increíble —dije apartando el pelo de mi cara e haciendo gestos parecidos a los de "ella".

—Ay, ay, ay lo tienes que conocer, ¡pero no te enamores! Se que está buenísimo pero tiene mujer y un hijo, lo siento querida —dijo haciendo gestos raros.

—No por favor, ¿que haré yo ahora? Parecía tan guapo y amable —dramaticé.

—No te preocupes, Paulat te conseguirá uno.

—Muchas gracias amiga.

—¿Se terminó la charla de queridas? —dijo Patrice divertido.

—Nos lo hemos pasado genial —dijo Paulat riendo—. Pero fuera bromas, soy Dimitri Payet, encantado —dijo dándome dos besos.

—Igualmente.

—¿Vamos a cenar? —preguntó Anto.

Asentimos y fuimos a cenar.

—¿Hay croquetas? —preguntó Paul mientras se le iluminaban los ojos.

—No, me las he comido yo —rió Anto—. Has llegado tarde.

—También voy a llegar tarde para darte una asistencia, guapito —se cruzó de brazos Paul.

—¡Zasca! —exclamé, ganando toda la atención de los presentes.

—¿Alguien ha dicho croquetas? —preguntó Gameiro acercándose.

—Se las ha comido él —acusó Pogba a Griezmann.

—¡La próxima vez avisa! —se quejó Gameiro.

—Perdón... —rodó los ojos Antoine—. Tengo que decir que estaban muy buenas.

—Te vas a enterar Antoine, a mi nadie me quita la comida, nadie —amenazó Paul y se sentó a cenar.

Amélie bufó y le echó una croqueta en el plato a su hermano.

—A ver si así te callas.

—¡Gracias Ame! —le dijo Paul a su hermana y le dio un abrazo.

—Que harías tu sin mi.

—Chicos —dijo Deschamps dando golpecitos con una cuchara a una copa—, mañana a las doce y media tenéis que ir a la sala de conferencias para hablar sobre las tácticas del partido.

Todos asintieron y Antoine me susurró algo al oído que no pude escuchar.

—Repite, que no te he oído.

—¿Mañana me puedes hacer la maleta? Tengo que ir a la reunión y luego no se si me da tiempo a ordenarlo todo. No tengo muchas cosas.

—Si, tranquilo. Pero a ver si ahora recogemos un poco para no tener mañana la habitación desordenada.

Antoine asintió y seguidamente levantó la mirada, frunció el ceño y se quedó mirando a la puerta durante varios segundos. Me volteé y vi a una chica de estatura media, morena, pelo largo y oscuro, estaba de espaldas con lo cual no pude ver su rostro. Estaba acompañada de un chico alto, cabello corto y oscuro, piel morena tirando a pálida, también estaba de espaldas. No pude determinar quien era, ni él ni su acompañante.

—Que raro —murmuró Anto.

—¿Pasa algo? —pregunté curiosa.

—No, no, creo que me he equivocado —dijo desviando la mirada.

—¿Los conoces?

—¿Eh? —dijo mirándome a los ojos.

—¿Los conoces? A ellos —repetí.

—No estoy seguro —dudó Antoine mientras los miraba de nuevo.

—Vete a saludar, o pasar por ahí. Si te saludan o te llaman te conocen, y si no, haz como que te has confundido.

—¿Y si son fans?

—Los fans no pueden entrar aquí, ¿no? —cuestioné dudosa.

—Si no eres jugador o no trabajas aquí creo que tienes que tener como un pase —respondió Anto, también dudoso.

—Yo no tengo pase.

—Tú venías acompañada con nosotros, podemos traer a un acompañante por persona. Amélie viene con Pogba y tú conmigo.

—¿Y tu madre y Théo?

—Mi madre no duerme aquí. Y Théo es el acompañante de Kevin.

Escuché unos pasos detrás mía, Antoine al parecer también lo notó. Se levantó de su silla y saludó al chico de antes.

—¡Hola! —saludó Anto—. ¿Qué haces tú por aquí?

—¡Hola! Venía a veros —sonrió el chico moreno.

—Antes te ví, pero no estaba seguro de que fueras tú, por eso no saludé.

—No pasa nada —sonrió y dirigió la mirada hacia mi—. Hola, ¿quién eres?

—Me llamo Léa —intenté hablar con mi mejor español—. Encantada.

—Yo Álvaro, Álvaro Morata.

Sonrió y siguió hablando con Antoine. A partir de ese momento no pude entender lo que decían. Mi español no era el mejor y tampoco entendía la mayoría de las palabras.

-----------
Voten y comenten ✨❤

Á tes souhaits |Antoine Griezmann| #R&RAwards2017Where stories live. Discover now