Chapitre 44.

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Léa

Oí varios pasos y ruidos por la habitación. El dolor ya se me había pasado y saqué un poco de fuerzas para abrir los ojos.

Me encontré a Isabelle rebuscando en un cajón del armario de Antoine.

La miré por varios segundos hasta que se volteó.

—¡Ay mi niña! —exclamó pegándo un ligero salto y tirando varias cosas que llevaba—. Que susto me has dado.

Reí y me rasqué un ojo.

—Buenos días. ¿Qué hora es?

—Son las diez y media —respondió recogiendo lo que había tirado—. Antoine ya se fue a entrenar.

Suspiré alivida; lo que menos me apetecía era tener que hablar con Antoine ahora.

—Alain y Théo quieren ir a visitar a un amigo. Hugo como se estaba aburriendo también ha decidido irse... Y bueno, yo tengo que ir obligada —rió.

En uno de los brazos pude ver que llevaba una camiseta del Atlético de Madrid, y con el apellido y número de Antoine.

—Te quedarás con Maud ¿vale? Me ha comentado que tampoco te sientes muy bien y quiere hacerte compañía.

Unos gritos interrumpieron a mi suegra: era Alain diciéndole que bajara.

—Bueno, hasta luego Léa. Cuídate.

Se acercó a mi y depositó un beso en mi frente. Salió de la habitación y en seguida me estiré.

Me senté en la cama y me toqué la frente; no estaba tan mal como por la noche.

Me peiné y me aseé antes de bajar con Maud.

—Buenos días, próxima madre —sonrió y se acercó a mi.

Cogí un manzana y la empecé a comer. No tenía mucha hambre y eso era raro al ver todo lo que había vomitado.

—Buenos días... ¿Madre primeriza? —reí.

—¿Hoy te harás la prueba?

Los ojos de Maud no eran para nada azules como los de Antoine o su hijo, eran marrones oscuros. Sin embargo, me trasmitían la misma serenidad que los de Antoine.

—Me agobia mucho este tema... Pero si te empeñas me haré la prueba. Te digo que no estoy embarazada.

Me encogí de hombros y le di un mordisco a mi manzana.

—Seguro que lo estás.

Reí.

—Hay que hacerlo antes de que llegue mi familia —habló—. Por eso ya lo he ido a comprar.

Abrí los ojos impresionada.

—En todo caso sería yo la embarazada, ¡y estás más emocionada que yo!

—Me encantaría volver a tener a un bebé correteando por mi casa, o simplemente tenerlo en brazos... Hugo creció muy rápido.

Sus ojos se iluminaron.

Al final acepté en hacerme la prueba, pero cuando haya terminado de desayunar y vestirme.

Subí a mi habitación a cambiarme. Me puse unos simples leggins negros y una camiseta blanca básica. Volví a bajar con ella y me tendió la prueba.

—Corre.

Mordí mi labio inferior nerviosa; ¿y si era verdad que estaba embarazada?

—No te va a morder —rió—. Vamos, háztela.

Á tes souhaits |Antoine Griezmann| #R&RAwards2017Where stories live. Discover now